Son muchos los bebés lactantes que sufren de cólicos. Éstos acostumbran a aparecer durante las primeras semanas de vida, normalmente entre la 3ª y 4ª, y suelen durar hasta el tercer mes de vida extrauterina, aproximadamente.
El origen de estos cólicos pueden ser varios, desde una mala succión en su lactancia, una posible intolerancia, una inmadurez en su sistema digestivo… o por diferentes tensiones que haya podido recibir durante el embarazo o el parto.
Muchas veces, el bebé puede presentar una posición intrauterina muy forzada, y por diferentes motivos no permitir que puedan moverse, como por ejemplo, presencia de miomas en el útero, embarazos gemelares, madres pequeñas con poca movilidad pélvica y bebés grandes, posiciones cefálicas tempranas… esto les puede crear tensiones en su cabecita o en su cuerpo, provocando restricciones en estructuras que tienen conexión con el sistema digestivo, y les provoca esta irritabilidad y llanto.
También el parto puede ser el origen. Partos largos y lentos, o excesivamente rápidos, traumáticos, con utilización de instrumentalización, como los fórceps o ventosas… pueden originar esta sintomatología.
En muchos casos puede venir dado por diferentes factores y ser su origen una suma de ellos.
Los cólicos se caracterizan con un llanto durante 3 horas al día, 3 veces por semana. Suele cursar con mucha irritabilidad, y a menudo no les calma nada. Y en otras ocasiones el movimiento rápido y exagerado les ayuda. Los ruidos blancos, tipo aspirador, secador, lavadora… les calma también.
Desde la osteopatía podemos ayudar a mejorar estos cólicos, buscando su origen para poder tratarlos. Normalmente unas 3-4 sesiones son suficientes para mejorar esta irritabilidad y malestar en el bebé, realizándolas semanalmente, o en algunos casos, cada 2 semanas.
Las técnicas utilizadas en el bebé son muy suaves y no son nada invasivas ni irritativas.
De esta manera podremos ayudar a los más pequeños!